Lugo Monumental pide un debate serio sobre San Fernando y sobre el Museo de la Romanización
La información que se está publicando es contradictoria, ya que por un lado se indica que tenemos materiales suficientes para llenar “varios museos” y por otro que “sobran salas”. Un inventario del patrimonio a exponer y las necesidades de instalaciones para investigar y estudiar es el primer paso lógico para determinar las necesidades de espacio.
Por otra parte, contactar con las AMPAS de Quiroga Ballesteros y de otros centros para conocer su opinión también sería importante.
El debate sobre el futuro del Museo de la Romanización y su ubicación en San Fernando o en el Hogar de Santa María, así como del uso del antiguo cuartel para centro educativo se está enfocando erróneamente a juicio de la Asociación Lugo Monumental.
Nadie duda de la necesidad de un espacio expositivo que dé visibilidad al esplendor del Lucus Augusti romano, pero sí es cierto que hay diferentes posturas sobre el dónde y el cómo. Desde la que defiende el Delegado Territorial de la Xunta, el señor Balseiro, que opina que se podría utilizar el MIHL para dicha exposición, pasando por quienes abogan por convertir San Fernando en un Museo de la Romanización, hasta la postura de otros grupos entre los que está Lugo Monumental que entiende que el viejo cuartel podría resultar insuficiente para un centro en condiciones, acorde con el noble pasado de la ciudad.
Necesitamos datos:
Desde Lugo Monumental propusimos el Colegio en San Fernando porque entendemos que ese espacio podría ser insuficiente para un gran centro arqueológico, pero consideramos que antes de tomar una decisión final sobre este asunto hacen falta datos objetivos. ¿Cuántas piezas se pueden exponer al público y cuántas son de interés para estudio? ¿Qué superficie hace falta para que los mosaicos que están almacenados puedan ser disfrutados por el público? ¿Qué piezas extraídas del suelo lucense están en depósito en otras ubicaciones? ¿Cuántos metros cuadrados totales de almacén hacen falta para conservar adecuadamente lo que ahora está repartido en almacenes de diferentes ubicaciones (Castro de Viladonga, Museo Provincial, naves…)?
Sin la respuesta a esas preguntas es difícil tomar una postura definitiva sobre este asunto, ya que lo que no parece tener sentido es realizar una inversión millonaria en adaptar un espacio de algo más de 5.000 metros cuadrados si va a ser insuficiente a los pocos años. Otros museos de renombre, como el arqueológico de Mérida, han visto cómo sus más de 12.000 metros cuadrados resultaban insuficientes y este mismo año se están haciendo obras para añadir 4.500 metros cuadrados más.
En cuanto a la realidad de si un colegio en San Fernando es viable o no, respetando su condición de BIC, también hace falta un estudio serio, ya que a día de hoy no hay informe alguno que desmienta tal posibilidad. A pesar de lo que se dice en algunos foros, ningún servicio municipal ha descartado esa obra ya que no se ha hecho una consulta seria al respecto.
Debate público:
Si bien es cierto que las decisiones han de ser tomadas por las instituciones que tienen dicha responsabilidad, no es menos real que es fundamental reflexionar conjuntamente sobre qué futuro queremos para Lugo y para el casco histórico. Tras diez años esperando por el Museo de la Romanización, un tiempo inaceptable en nuestra opinión, abrir ahora un debate público sobre este tema no parece que sea inadecuado porque la única ventaja de dicho retraso es que se pueden replantear las opciones que tenemos como ciudad.
Aunque tengamos distintos criterios, es evidente que todos buscamos lo mejor para Lugo. Quizá sea el momento de sentarse a hablar y ver con serenidad qué necesidades hemos de cubrir y qué prioridades hemos de atender.